Influen[z][ci]a

A la salida del trabajo, tomé el autobús Av. Bolívar-Trigaleña para venir a casa.
Me senté en el puesto más cerca de la puerta, del lado del pasillo porque el otro asiento iba ocupado. A los veinte segundos me doy cuenta de que el chico a mi lado venía con la mitad del rostro cubierta con un pañuelo, que aferraba con fuerza como si de él (literalmente) dependiera su vida.
Pensé que tenía gripe, pensé que venía llegando de México e iba camino a que lo internaran de emergencia, pensé tantas cosas. 
Entonces volví la vista hacia el pasillo, hacia la parte de atrás del autobús, y cómo hubiera querido tener una cámara [ mejor dicho, cómo hubiera querido tener el valor de sacar la cámara, pero temí que la paranoia tuviera como efecto colateral conductas violentas e irracionales]. En una muestra de veinte personas, que era, quizás, el contenido de la unidad, había cinco personas con la misma conducta frenética de mi compañero de asiento. Cinco personas con pañuelos en la boca.
No sé si pensar que es una precaución lógica, o expresar lo que verdaderamente pienso y que es que se pongan a trabajar porque lo que nos va a llevar es la recesión y no la gripe porcina, o explicarles que el llevar pañuelos en el bus no los va a salvar del virus, o simplemente decirles que Cristo Viene Hermanos, el apocalipsis llegó. Y como no sé, o sólo sé que no sé nada, se los dejo a ustedes, sin notas marginales.
Pero eso sí. Cómo hubiera querido tener una cámara.

Comentarios

Este comentario ha sido eliminado por el autor.
marianne dijo…
Geovani:
Pues la verdad, si yo estuviera en México la paranoia también me habría vuelto loca ya. Pero estoy en Venezuela y pues, me parece que acá estamos más enfermos de paranoia que de gripe.
Además, el pánico no soluciona nada. No tomamos medidas racionales cuando el pánico nos invade.
Un saludo desde acá. Espero que todo se solucione pronto y sin daños para ti y los tuyos.
PD: Tengo un amigo en México de apellido De La Rosa. ¿No será primo tuyo? xD . Besos!
Carlos Gregorio dijo…
Y te cuento que todo es mentira, que lo que veas en las cadenas mexicanas está manipulado.

Mis amigos y yo nos seguimos saludando de mano y beso, casi nadie trae cubre bocas.

Es un juego sucio, es terrorismo de Estado.

Saludos desde tierras supuestamente infecciosas.
Viandante dijo…
Las teorías conspirativas están a la orden del día. La mano negra, la mano invisible, la mano peluda en todas partes, siempre con nombres distintos, pero seimpre queriendo hacer lo mismo. Cómo evitar ser una marioneta en este circo, es cosa de cada quien, nadie ha dicho que sea fácil.
Un abrazo

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