De todo como en botica

Anoche no dormí nada. Me levanté (no me desperté) a la una a.m., encendí la luz y me puse a escribir. Tenía más de seis meses sin escribir, así que cualquier cosa era un avance. El caso es que garabatée un par de páginas que anoche, en mitad de mi trasnocho y de mi insomnio, me dieron la impresión de ser un inicio de novela. A ciencia cierta no sé nada, porque las cosas que uno escribe en estado febril y trasnochado pueden ser obras de arte o simplemente basura. Sin embargo, hay algo en esa historia que me da fe, quizás en la misma medida en que hay algo en esa historia que no me parece mío, algo profundamente ajeno que tiene que venir de algún sitio que desconozco, y eso me parece interesante.
Hace un par de días, en pleno aburrimiento y como consecuencia de la inutilidad mental que me produjo un reposo médico por bronquitis (cosa que aún tengo y a la cual le echo la culpa de no tener las más mínimas ganas de venir a trabajar hoy) me abrí un tumblelog (vita brevis) con la intención de poner algo de orden en mi randomness. Prefiero el formato de tumblr para postear citas de películas o libros, fotos o música, como una especie de corcho virtual, una caja de sastre para poner todo lo que no va en ninguna otra parte. En fin, una excusa para escribir menos, podría decirse. Espero que así al menos el blog se vea menos plagado de post ladrillos, que últimamente es todo lo que escribo.
Entre otras cosas, además, planeo rescatar mi cámara digital (mi pobre lumix abandonada), para recuperar ese estado de asombro desde el cual hay que ver el mundo para poder ir por él tomando fotos, y planeo, también, volver a asistir a las exposiciones de dibujo, pintura y fotografía (que no son tantas) que se hacen en esta ciudad. Todo esto se puede resumir en que extraño una parte de mí y quisiera, al menos, averiguar a dónde fue a parar.

Cosas que me hacen feliz y hace mucho tiempo no hago:
- Pasear descalza por la grama.
- Caminar bajo la lluvia.
- Tomar fotografías
- Ir a exposiciones de fotografía
- Dibujar con carboncillo
- Tocar música (por lo general, cuatro, y por lo general, mal)
- Cantar
- Escribir un cuento
- Viajar y descubrir sitios que no había visto antes
- Comer helado sin pensar en las calorías
- Jugar (sea scrabble, mímica, pictionary o al escondite, no importa)
- Descubrir autores que antes no conocía
- Escuchar música realmente escuchando la música, no como ruido de fondo.
En resumen, vivir, ¿no?