Amor de tarde

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.

(de Benedetti, claro)

Comentarios

Gabriela dijo…
Me hizo acordar a la parte en que el Zorro le dice al Principito que tienen que crear rituales. Y que si el Principito promete llegar todas las tades a la 4, el Zorro comenzará a ser feliz desde las 3.
Pero este narrador mira las horas y sabe que no tendrá hora para empezar a ser feliz.
DINOBAT dijo…
Buen blog!
Periférica dijo…
Está bueno dentro de todo no tener una hora específica para ser feliz.

Hermoso post :)

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