Post-ergado
Tengo una semana postergando esta entrada.
Primero, quería hablar alguna cosa de la reforma, que ya no recuerdo.
Después, quería mencionar algo sobre la reducción de la jornada laboral, algo de que todo lo que están haciendo me parece una burrada, pero ya no sé si valga la pena o si me importe.
En el ínterin entre ambas cosas, quería mencionar que por ahí me escribieron para decirme que me otorgaron una mención de honor en un Concurso de cuento breve de Viña del Mar, pero se me pasó el día y eso fue hace como una semana, y no lo conté.
Que estoy cansada del trabajo, que mi hermana cumplió años el jueves, que a mi sobrina le está saliendo un diente, que todavía nada que me pagan el sueldo.
Que no me importa. Nada de eso me importa.
Que me llamaron de Monte Ávila porque tengo que ir a buscar el arte final de mi libro, para las revisiones y todo aquello... Eso sí me importa.
El arte final de mi libro. Mi libro, mi libro. Los que quieran que digan lo que les parezca, entretanto, ésas son las palabras que repito de noche, entre sueños: mi libro, mi libro.
En fin, que lo postergué tanto que al final no hubo post, sólo esta incoherente entrada para decirles que el arte de mi libro está listo, que lo voy a ir a ver. Que estoy, faltaba más, eufórica.
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¡Felicitaciones!