Al comienzo de sus carreras muchos escritores sienten la necesidad de exagerar. Eligen frases cuidadosamente elaboradas; quieren impresionar a sus lectores con sus vastos vocabularios. Por los excesos de su lenguaje, estos jóvenes tratan de esconder su sensación de inexperiencia. Con la madurez, el escritor se vuelve más seguro de sus ideas. Encuentra su tono real y desarrolla un estilo simple y efectivo.
JORGE LUIS BORGES
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