2011

Lo confieso: Este año no me gustó del todo. Tengo cosas para agradecer, un sinnúmero de personas hermosas que llegaron a mi vida, muchos proyectos, varios viajes y un nuevo trabajo -el mejor trabajo-. Pero, a pesar de todo esto, hay algo que terminó de encajar nunca, aunque yo no termine de saber qué es.
A todo esto, lo que me queda es creer, con fe de agnóstica, que el próximo año será mejor. Como dijo una amiga en Facebook, los años impares son los mejores. El 2007, por ejemplo, empezó muy bien y terminó muy mal. Ya sé, es medio tonta esa manía humana de creer en los números redondos, en los ciclos cerrados.
Como sea, y cualquiera que sea el dios a quien le dirigen sus oraciones por las noches y en los semáforos en rojo, estos son mis deseos para todos ustedes (y para mí también, por qué no) en este año que comienza:
- Que sus sueños no caduquen, que les queden ganas e ímpetu para perseguirlos, por las esquinas de cualquier ciudad.
- Que cada día les depare nuevas experiencias, cosas que no hayan hecho antes, sensaciones, paisajes, olores y sabores nuevos (así tengan que ver con ponerse un pantalón de cuero por primera vez).
- Que al mirarse al espejo, cada día, sepan que están exactamente en el sitio donde quieren estar, haciendo justo lo que desean hacer.
- Que amen, siempre, sin medida, con ganas, sin miedo.
Eso es la vida. Con eso me basta, y quizás también a ustedes.

Comentarios

Michelle Durán dijo…
¿ QUE LOS NUMEROS IMPARES SON LOS MEJORES? , JA. INTERESANTE . SALUDOS, MARIANNE . QUE SEA ,ENTONCES , UN EXCELENTE AÑO .
BESOS.
Gabriela dijo…
Cada año que comienza es como una página en blanco en la que recién pondremos nuestros apuntes.
En lo que a mí respecta, espero siempre tener apuntes para escribir. Y si son buenos, tanto mejor.
Saludos desde Lima.

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