De cómo me convertí en serial blogger
Siempre huí de ser una serial blogger. De tener puertas virtuales abiertas por todas partes y más de un espacio reclamándome presencia. Pero bueno, resulta que se me ocurrió cerrar éste, y después abrí uno anónimo, y después me pidieron unos artículos para Roonder, y hoy, finalmente, inicio mi etapa de serial-blogger pública abriendo un espacio en el que venía pensando hacía tiempo atrás. Instantáneas de metro, (que de momento, traicionando por primera vez a Google, hospedo en WordPress, para probar) es un lugar para escribir sobre todas esas cosas que, formando parte esencial y constitutiva de la venezolanidad, detesto. Todas esas cosas que puedo, incluso, ver en mí misma, y por las cuales me sentiría eternamente disfrazada si se me ocurriera cambiarme de nacionalidad algún día. Todas esas cosas, en fin, que me hacen dar dolor de cabeza en las camioneticas por-puesto y dentera en los cumpleaños de los compañeros de trabajo. Todas las cosas que nos hacen ser lo que somos. Ésas que los panas que están en el extranjero extrañan, aunque no se lo confiesen ni a sí mismos.
Por allá me verán cuando ande con ánimos de quejarme. Ustedes me conocen, ya saben con qué frecuencia será eso.
Por allá me verán cuando ande con ánimos de quejarme. Ustedes me conocen, ya saben con qué frecuencia será eso.
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Saludos!