La fea verdad


Pues bien, después de un esguince en el pie y una serie de obligaciones laborales, heme aquí en fiel cumplimiento de mi propósito de año nuevo (?) de volver a escribir uno que otro post. Empiezo (no con el pie derecho, sino con la mano izquierda porque soy zurda).
Hace unos días fui al cine (nota: cada vez odio más el (mal)trato en Cines Unidos) a ver la comedia romántica The Ugly Truth, con Katherine Heighl y Gerard Butler (#yoconfieso que me encantan las comedias románticas). La tipa es una genio, espero que su talento se vea reconocido como es debido, y en general la película es excelente para pasar el rato; hacía años que no me reía tanto. Pero la razón por la que divago estas líneas es que el postulado principal del argumento de la película, consiste en un principio que me ha perseguido las últimas semanas (a través de mis feeds, twitter, libros y conversaciones en general) y al que tengo rato dándole vueltas: Mike Chadway, el protagonista de la película (un tipo que a primera vista es un machista, misógino, prepotente y adicto al sexo sin ningún tipo de límites sociales) postula, básicamente, que los hombres son incapaces de cambiar, o, en sus propias palabras:
"Men are incapabable of growth, change or progress"
"Los hombres son incapaces de crecimiento, cambio o progreso."
Inevitablemente, tengo que conectar el tema con algo que hablaba recientemente con una amiga, que me decía (algo que además es cierto y no necesita mayor análisis) que todos los hombres son, para una mujer, un work-in-progress, un proyecto que aparentemente elegimos a manera de reto, lo cual, decía ella, explicaría por qué siempre nos gustan los más dañados, el bad-boy, al que pareciera que soñamos con convertir en el perfecto padre de nuestros hijos, pero jamás nos enamoramos del Leonard que tenemos en el apartamento (o en el pupitre) de al lado.
En fin, tampoco se trataba de eso exactamente, sino que al final, hablando con otro amigo, en medio de una frase cualquiera mediante la cual (enguayabado) trataba de explicar, básicamente, que no había hecho suficiente de una cosa o que había hecho demasiado de otra (lo cual, según él, justificaba que su novia lo hubiera dejado o similar), mientras intentaba, yo, explicarle a él, que nadie en sus cabales deja a su novio porque no la llevaba dos veces al mes al cine, sino una, la revelación hit me in the face, o más bien se estrelló como un frisbee arrojado contra mi atolondrada cabeza: ¿Tiene algún sentido involucrarnos en una relación con alguien que queremos que sea completamente distinto a lo que es? Diablos, no. Tiene sentido, si sé con tal claridad (precisión, puntillismo y detalle) lo que quiero que sea mi pareja, buscarlo hasta que lo encuentre, cosa difícil, claro, pero no más que cambiar a una persona (que, según Mike Chadway, is incapable of change). O sea, si yo quiero un televisor, voy a la tienda y compro un televisor, o voy a la tienda y compro una nevera, la desarmo e intento construir un televisor con eso?
Lo peor no es eso, de paso. Lo peor es que nos metemos de cabeza en esa relación (con la nevera), y después decidimos que no podemos ser felices hasta que podamos sintonizar Warner Channel en esa nevera, cosa que no va a pasar en un futuro próximo. ¿Es tan difícil encontrar placer en desarrollar una relación con otro ser humano, disfrutar sus particularidades, sus gustos, su forma única de ver la vida, aprender a interactuar y nutrirse uno del otro...? (Soné como un libro de Osho). Sí. Es difícil. Por la sencilla razón de que aún no hemos hecho eso con nosotros mismos. By the way, está difícil que nuestra nevera disfrute estar con nosotras, si nosotras mismas no nos gustamos. Todo lo cual me lleva de regreso a Mike Chadway y su sabiduría de enlatado de Hollywood:

"The ugly truth is happiness can’t be found in a relationship. You have to already have it."
"La fea verdad es que la felicidad no puede ser hallada en una relación. Tienes que tenerla ya."


Como decían, en otras palabras, en He's just not that into you, chicas, la sociedad (y el mismo Hollywood) nos han dañado. And that´s the ugly truth.

Seguir leyendo sobre el tema en otro blog

Comentarios

Dopzihon dijo…
es difícil establecer una relación y obtener lo que queremos realmente de la otra persona, para mí, eso es lo que hace que valga el esfuerzo, porque la dificultad hará valioso el resultado, lo hará profundo e intenso, la lucha es diaria, y si llegamos a caernos debemos saber que estuvimos arriba antes de hacerlo; yo mientras tanto dejaré la ventana abierta para que el amor entre volando. Me gustó esta entrada e iré comentando las anteriores, ojalá sean más frecuentes, un abrazo.
Ana Carolina dijo…
Muy acertada tu observación. El otro día yo también estuve conversando con un amigo sobre las relaciones entre hombre y mujer. Me dice él que las mujeres lo quieren salvar y él no se está ahogando. Y pienso yo en los otros que sí se ahogan y nosotras ni le paramos bola. En cuanto a tu frase final sobre cuanto nos ha dañado la sociedad pienso que no es tanto un rol que nos han dado a desempeñar, sino más bien que se guardaron el secreto de que no necesitamos que alguien que nos "complete".
marianne dijo…
Sí, yo creo que toda la cuestión se resume en esa tontería de la media naranja, en la degeneración de la teoría de las almas gemelas, que no es sino pensar que uno es "la mitad" de algo, y por lo tanto está incompleto sin el otro.
Bullshit.
Psique dijo…
Ciertamente, el problema es que algunas ven a la pareja como el reto, como que son capaces de convertir a una persona mala en alguien mejor. Yo no creo que los hombres sean incapaces de cambiar, todos cambiamos segun vamos aprendiendo cosas en la vida.Seas del sexo que seas sólo vas a cambiar cuando sientas las necesidad de hacerlo, no cuando alguien mas quiera que lo hagas.

El problema es quizás ese que nos deja la sociedad actual, vivimos bombardeados de un montón de cosas que no necesariamente son ciertas y un montón de teorias basadas en ideales muy lejos de la realidad.

Particularmente vivo diciendo que uno tiene que "buscar" y tener a su lado a alguien que te brinde lo que necesitas en el momento que transites, porque obviamente el hombre que queriamos a los 15 años no es el mismo que queremos a los 20 y así sucesivamente.
Nos gusta lo que no se puede, es la historia de mi vida, consigo mujeres con terribles pasados, enrolladas por malos ex y con ganas de "vengarse" por haber sido tan pendejas, soy galante y entregado, ellas dudas, se entregan con reservas y luego soy infeliz porque de verdad no tengo la paciencia infinita que se necesita en estos casos, y ellas, neveras, no sintonizan Warner, aunque quisieran. Menos mal que ya entré a una tienda de TVs, y un modelo me picó el ojo cuando empecé a probarlo. Hay que aprender que nadie salva a nadie, ni lo cambia. Eso tiene que ser 100% correspondencia, fluidez y magia, suena romántico, pero más real que el mito cinéfilo que la pareja deja todos sus problemas atrás por tu amor infinito.
"Porque ese soy, debes de entender que cada uno tiene sus propios trazos, sus formas, sus pasos, sus propias medicinas y sus alegrias"...
Hace poco se lo dije a una persona que me abandonó porque yo no era como ella. Son cosas que uno no entiende pero que poco a poco se van aclarando con un sutileza endemoniada.

Que bueno que regresaste!!! ya tenia tiempo que no te lei... trataré de estar más al pendiente de tus post... y que bueno que hayas cambiado de viviendo, uno disfruta tanto que se presenten cosas inéditas durante cada dia.

PD. Perdón por la falta de acentos en la i pero es que mi teclado no anda muy bien que digamos.

Saludos y suerte.

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