En serio no lo puedo creer

Tenía días sin escribir, porque entre el trabajo y la graduación no he tenido tiempo para nada. Pero ayer leí en el periódico algo que me indignó hasta los límites de mi capacidad para indignarme, y hoy, pasando por la Redoma de Guaparo, vi el objeto de la noticia en cuestión y sobrepasé mi propio récord.
En diversos lugares -estratégicos y particularmente visibles- de la ciudad de Valencia, el Gobierno Bolivariano de Carabobo ha colocado unas vallas que, al lado de las fotografías de mujeres en minúsculos trajes de baño, lleva el letrero: "La incitación al sexo genera violaciones". Las vallas, según, son parte de la campaña de "seguridad" del Gobierno.
Déjenme ver si entiendo: Si yo me pongo un bikini, o, sin ir más lejos, una minifalda, ¿estoy justificando que un hombre violente mi cuerpo? O bien, no yo, que no me parezco a las chicas de la valla, sino una mujer así de atractiva, que hay tantas en el país, ¿debe entonces andar con un burka, pues de lo contrario se expone a ser violada?
Ésa, señores, es una de las frases más antiguas del machismo, siendo reconocida y oficializada por un gobierno: "Ella se lo buscó". ¿Estamos retrocediendo a los tiempos en que la violación era un delito contra el honor, y una debía cumplir aquel retrógrado concepto de "decencia" para poder querellarse contra su agresor? ¿Qué clase de cosas pretenden sembrar en la mente de la colectividad?
Esto es la criminalización de la víctima llevada a su grado más extremo. Supongo que aquel que es robado tendrá la culpa, por tener un carro o una casa que le puedan robar; y aquel que es asesinado, tendrá la culpa: quién lo manda a estar vivo. Y, aunque no suelo estar de acuerdo con el decano de mi Facultad, Pablo Aure, lo citaré, porque esta vez lo estoy:
"Sólo falta que culpen a los niños por ser víctimas de la pederastia solamente
por ser, bueno, niños."

También en: La mujer es culpable de los delitos sexuales, en Talfin.

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