Una Pepsi y una bolsa de cotufas, por favor


Mañana es el último día de Caché en Patio Trigal, y no tengo con quién ir, así que me va a tocar ir sola. Hace alrededor de año y medio, quizás, que no voy al cine sola. Tampoco es que me parezca una hazaña, o nada semejante; sólo es que me acordé de una amiga mía.
Hace año y medio fui al cine con esta amiga. Teníamos pautado ver una película, y ella, una vez habiendo llegado a la taquilla, no quiso verla: le daba miedo (por este motivo, me reservo el nombre de mi amiga y el título de la película). De modo que quiso ver otra, que yo no quería ver, pues mi intención era entrar a la película original, la cual realmente tenía muchas ganas de ver. Así que decidimos entrar cada una a la película que deseaba, y encontrarnos de nuevo a la salida. A mí, realmente, no me importó demasiado. Pero a la salida, mi amiga, a quien aparentemente no le gustó la experiencia, me dijo que jamás en toda su vida volvería a entrar al cine sola. Recalco: no "ver una película", sino "entrar al cine". Algo, según entendí, relacionado con que todo el mundo está ahí acompañado, menos uno.
Ella, a decir verdad, es de esas mujeres que tienen muy interiorizado el arquetipo de la dama, y según entiendo, se sintió mal de estar ahí sola. Yo, que no soy nada femenina y me criaron más bien feminista recalcitrante, no veo mayor diferencia entre ir sola o acompañada, excepto aquellas veces en que uno realmente quiere compartir la película con alguien.
En cuanto a Caché, no lo sé, la verdad. Quizás quisiera verla acompañada. Pero como no es una opción, buscaré la forma de disfrutarla sola. Mañana les cuento si me gustó.

Comentarios

Hola, primera vez por aquí.

Suelo ir mucho al cine solo, me imagino que será porque voy mucho y veo todo tipo de película. No he tenido chance de ir a ver ninguna del festival, espero hacerlo.

Saludos.

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